Me parecio ver tus profundos ojos en el espacio en el que habita tu recuerdo … Y eso para mi es un hermoso regalo – Pandenadas –
Hoy quiero decirte,
que va tu recuerdo y tu ejemplo en mi mente
Cada paso de mi caminar
tu legado lo llevo presente
Tu mirada de amor, el calor de tus brazos
. . . . . . . . . . . . . . . . Paco Reyes «Papichi»
¡Uy! … Después de tantos años de su ausencia física, me atreví, por fin a escribir de «ÉL».
Y ya no diré más por que hay un agua que me nubla la visión
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Por Los Viejos Tiempos
– PACHI – a 26 años, tu amor nos acompaña
Más allá, del otro lado del tiempo; el tiempo ha transcurrido en el baúl de los recuerdos. El viejo tiempo del abuelo, ¡ah, como voló! … ¿Qué hora era? El abuelo era ya un hombre viejo.
¡Tenía casi cien años!, todo era viejo; excluyendo a los hijos de los hijos; viejas eran las canciones, las historias viejas de viejos amigos; siempre frescos. Viejos recuerdos:
Su chaleco gris, sus lentes, los delicados, café por la mañana, bolillo remojado… su sillón, la enciclopedia… Su olor a vainilla… ¡Ah! Viejos buenos tiempos eran los del abuelo.
Él era el alma de aquel viejo tiempo que cuelga de la pared, cuando nuestra risa era la de bebés, ahí es donde se detiene el tiempo. ¡Ah!… El tiempo ha transcurrido desde el tiempo del abuelo.
Desde aquella tarde en que escuchábamos atentos su silencio. Y ya desde entonces, sí que han volado los viejos tiempos ¿y cómo voló? … ¡Y que buen tiempo era, el tiempo del abuelo!
Pande .n_n.
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Hay en los cajones de la memoria, una canción que canta el lápiz. Y más de mil palabras de amor para creer – Pandendas –